Esta ciudad registra más de 100 Récords Guinnes
La capital de los Emiratos Árabes Unidos sorprende al mundo con su rápido crecimiento. No sólo es epicentro del turismo en el Medio Oriente con grandes infraestructuras divisibles desde el espacio exterior; ella se ha convertido en un centro cosmopolita para los negocios y en la apología del lujo extremo.
Su nombre es exótico para Occidente. Más llamativo aún es su ubicación en pleno desierto de Arabia, al sudoeste del Golfo Pérsico. Dubái, la ciudad que conjuga realidad y fantasía ante el espectador, pareciera sacada de un filme de ciencia ficción entre innovadoras creaciones arquitectónicas, buques petroleros y grandiosas islas artificiales.
Casi todo es lujo y dinero desde que se llega al aeropuerto internacional de esta metrópolis, con el mayor tráfico de pasajeros del mundo. La mayoría de taxis y autos de la policía local son deportivos, hay vidrieras de mercados locales con largas exhibiciones de prendas de oro y tiene exquisitos hoteles por doquier, comenzando por el único siete estrellas: el famoso Burj Al Arab.
No es para menos que este caluroso rincón cada vez tenga mayor atracción a quienes apuestan por una mejor calidad de vida. El privilegio de no pagar impuestos en la capital de los Emiratos Árabes Unidos da una gran comodidad al bolsillo de sus habitantes, en gran parte extranjeros.
Sus calles pulcras y ausentes de índices delictivos son testigos de la afluencia de personas provenientes de la India, Paquistán y Finlandia que llegaron como invitados -el siglo pasado- para aumentar la población que hoy suma millón y medio de locales. Esto sin contar los 5 millones de visitantes regulares que hay en Dubái.
Aunque el idioma oficial es el árabe, la posibilidad de comunicarse a través del inglés es común. Incluso hay cabida para el español en algunos recorridos principales a la conocida “Venecia del Medio Oriente”, si se realizan las reservas por internet. Sólo el año pasado se registraron 83 millones de turistas en la ciudad que posee más Récord Guinnes. Increíble, ¿no?
Todo en esta ciudad es una maravilla: subir el edificio más alto, ir de compras al mall más grande -con acuario incluido-, disfrutar de una carrera de caballos con el premio más costoso (por diez millones de dólares) y hasta esquiar a bajas temperaturas es posible en este lugar que ha dado un cambio drástico en su economía en las últimas tres décadas.
Para viajar
Emirates Airlines estudia desde 2016 la creación de un vuelo directo desde Ciudad de Panamá y el cual tendría una duración de 17 horas con 35 minutos. Sería el más largo del mundo, en caso de oficializarse, para abastecer a Centroamérica. Por ahora, los hay con una escala en Chicago que llega a sumar un aproximado de 27 horas y el precio ronda entre 1200 y 1600 euros.
Emoción desde las alturas
El primer ítem que debe tener en su lista para visitar es el edificio más alto del mundo: el Burj Khalifa. ¡El único requisito es tolerar el vértigo! Con 828 metros de altura es el doble del tamaño del Empire States de Estados Unidos y la ciudad puede verse en sus 360° gracias a un observatorio en el piso 124. Aquí puede disfrutar de fotografías de las grabaciones de la película Misión Imposible 4: Protocolo Fantasma, que fue grabado en sus exteriores. Uno de los detalles más asombrosos es su ascensor futurista, catalogado como el más rápido del mundo y el cual recorre 10 metros por segundo, mientras escucha música árabe y el iluminado por un juego de luces. ¡Todo un show!
Emoción en las alturas
Delicia de siete estrellas
Dubái tiene entre sus excentricidades el único hotel siete estrellas del mundo y para conocerlo es necesario reservar en uno de sus restaurantes. Todas sus habitaciones son suites de lujo y una noche puede costar cerca de 20.000 dólares; la más pequeña comprende unos 170 m2. Es un destino muy buscado para pasar la luna de miel por los extranjeros. ¡Súper romántico!
Aventura en el desierto
El recorrido en el Desert Safari es obligado. Dejarse llevar por la adrenalina en vehículos 4x4 es fascinante, como si se tratara de montañas rusas de arena. Éstos son conducidos por expertos al volante en el desierto de Sharjah, donde la arena es más fina y rojiza, mientras la tranquilidad se funde con los tonos naranjas del ocaso. Una cena en el campamento de los beduinos da la bienvenida entre alfombras persas y paseos en camello, mientras se lucen los trajes tradicionales. La noche cierra con un espectáculo de la danza del vientre tras casi 10 horas de conocer la cultura árabe.
Via: www.platinum-heritage.com
La zona antigua
Para conocer los orígenes de Dubái puede acercarse a Deria, el antiguo centro económico de la ciudad. En esta zona está el Mercado de Oro con unas 700 joyerías, que ofrece buenos precios y variedad. Allí puede tomar una “abra”, barca tradicional que traslada a los pasajeros hasta Bur Dubai, por solo 25 centavos de dólar, para conocer el Zoco homónimo donde se adquieren souvenirs y se hacen regateos. El Museo de Dubái está disponible en esta área para conocer unos 4 mil años de historia, que se remontan a las actividades de pesca y cultivo de perlas.
La Zona Antigua
De shopping entre tiburones
La infraestructura del Dubái Mall ocupa unas 50 canchas de fútbol. Un día no es suficiente para conocerlo, pero sí su acuario, una maravilla ubicada en la planta baja con un túnel que permite disfrutar de una visión panorámica sin igual. A la vista están unos 400 tiburones y otros 33 mil animales acuáticos. Si lo desea, puede tener una cena al estilo “Poseidón” en uno de los 120 restaurantes. Para los más arriesgados, están las jornadas para nadar entre las especies más exóticas.
Shopping entre Tiburones
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